
GRUMETE MEDINA

Diarios Limeños

A pesar de la oposición familiar, Alberto Medina Cecilia se embarcó en el Huáscar a los quince años de edad. Cuenta la historia que su abuela le rogó a Miguel Grau que, dada su juventud, no lo llevase en la dotación del glorioso monitor. Ante el entendible pedido, el nieto responde: “Donde usted vaya Comandante Grau, allí iré yo”. Abrazó a la querida abuela, le dio un beso en la frente y le dijo al oído: “No se preocupe, mi negra, que con el Comandante Grau estamos seguros; lo seguiríamos hasta el fin del mundo”.
Fue el último sobreviviente del monitor Huáscar, pero pocos libros de Historia lo citan. No está al nivel de los grandes héroes, pero en el Callao siempre lo fue. Alberto Medina Cecilia, o simplemente grumete Medina, murió hace 68 años, pero apenas se tienen recuerdos suyos.
El grumete Medina no tiene rango de héroe, pero peleó junto a Miguel Grau y, finalmente, murió pobre. Fue olvidado por años debido a su raza y los prejuicios de la sociedad peruana hacia la raza negra. A edad mayor se le da la importancia histórica que su persona merece por ser el penúltimo sobreviviente del combate de Angamos. Ya veterano y al lado de otros sobrevivientes participaba de los homenajes a los héroes de la guerra con Chile. Murió en 1948, a los 86 años.
El grumete Medina, si tuvo un reconocimiento antes de morir. Se le dio el título de Caballero de la Orden de Ayacucho por sus actos valerosos en la guerra con Chile. Un busto en el cementerio Baquíjano del Callao reconoce al héroe como sobreviviente del Huáscar en la Batalla de Angamos. Un colegio, una urbanización y un equipo de fútbol llevan su nombre.
Estuvo en toda la campaña naval del monitor hasta que fue hecho prisionero el 8 de octubre de 1879. Regresó a Lima en el intercambio de prisioneros en diciembre del mismo año.
"El grumete era miembro del batallón Constitución, formado solo por negros, que acompañaron a Grau. En Chile llamaron la atención porque creían que todos los peruanos éramos negros".
El historiador Manuel Zanutelli Rosas, nacido en el Callao, cuenta en su libro:
"Por su condición de último sobreviviente de la plana menor del Huáscar, ha sido una de las figuras más conocidas del legendario monitor. Me parece verlo en la tribuna oficial de los desfiles cívico-militares en el Callao, con su uniforme de marino de la época de la guerra".