
FUE SOLO UNA VICTORIA, NADA MÁS

Diarios Limeños
No quiero pincharle el globo a ningún peruano hincha de la selección. Hay que ser realistas y celebrar la victoria con mesura. Fue un triunfo que no nos va a llevar al Mundial o al menos acercarnos remotamente a un cupo clasificatorio. Fue un triunfo que hay tomarlo con emoción porque es la blanquirroja la vencedora. Porque le ganamos tal vez a una de las cuatro primeras selecciones de Sudamérica. Porque después de una serie de derrotas obtuvimos un triunfo agónico, sufrido.
Cada vez que juega Perú existe un sentimiento distinto. No importa si somos últimos o estamos a media tabla. Lo que importa es gritar un gol a todo pulmón. Ayer ante Ecuador se escucharon dos gritos que meses sobre meses se ahogaron en nuestras gargantas. Desde el niño hasta el más viejo estuvieron atentos, nerviosos unos en el estadio y otros a través de las pantallas de un televisor, viendo el vaivén de la pelota en el campo de juego.
Perú desde el inicio del partido es más que Ecuador. Saque lateral de Corzo a área ecuatoriana. Salta Guerrero. Achelier bloquea con la mano. ¡¡¡PENAL!!!. Patea Cueva…¡Gol peruano…! Perú 1 – Ecuador 0.
Tiro libre a inmediaciones del área peruana. Sale el centro. Cabezazo de Achelier. Gol ecuatoriano. Se consigue el empate. Desde ese momento Ecuador impone el ritmo de juego. Los peruanos se desconcentran y así termina el primer tiempo.
Empieza la segunda etapa. Perú comienza arrollando al rival. Ejerce presión y domina el mediocampo. Pero hasta ahí, nada más. No hay profundidad ni tiros al arco. El tiempo pasa. La tribuna se desespera. El que ve por televisión grita y lanza una palabra irrepetible. Mientras tanto Ecuador se acomoda en el campo y vuelve a hacer de las suyas. Últimos 15 minutos. Millones de peruanos nuevamente con el sabor amargo de la derrota en la boca y unos miles aún con la esperanza de un triunfo. Ingresa Raúl Rui Diaz. Cambia el panorama. El equipo se transforma en un vendaval. La pelota conoce solo un camino, el arco ecuatoriano. Dos o tres jugadas suceden antes de… Pase de Corzo hacia Cueva. Éste lanza el centro. Sale el arquero a manotear con la mano ante la presencia de un peruano. La pelota queda corta y en el pecho de Tapia quién la baja y de un solo patadón fuerte y a media altura hace gritar a 31 millones de sufridos peruanos ¡¡¡GOL PERUANO!!!
Todos emocionados, abrazados, saltando al grito de PERÚ, PERÚ celebran el 2-1. De repente alguien sacó una calculadora y comienza a hacer números. Si ayer matemáticamente podíamos clasificar. Hoy, ya estamos en el Mundial. Tenemos que preparar maletas y abrigo para ir a Rusia a empaparnos de fútbol mundial por un mes. Pero hay que diferenciar entre el sueño y la realidad. Perú está ya eliminado y sin chance alguna de conseguir siquiera el cupo para el repechaje. Es duro decirlo pero hay que hacerlo. Solo nos queda seguir celebrando las victorias que el equipo nacional pueda conseguir con la misma emoción de ayer. Porque lo más importante es acompañar a la blanquirroja en las buenas y en las malas. Ayer nos tocó ganar. Bien por los seleccionados. Bien por el país.